

A ti que te acercas a este lugar, te doy la bienvenida de corazón
Y te invito a conocer y compartir nuestra vida, la vida de la Asociación de las Comunidades Parroquiales Vicencianas.
Nos hemos sentido llamados por Dios Padre a ser parábolas vivientes de fraternidad. Hemos escuchado la llamada a vivir la vocación a la vida comunitaria y hemos creado espacios donde poderla plasmar e ir haciendo presente el Reino, aprendiendo a vivir la vida plenificante que nos ha sido donada por Dios.
En nuestro caminar seguimos a Jesucristo, Él es el centro de nuestra vida personal y comunitaria. Él es nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida. Al conocerle y vincularnos a Él, vamos conociendo al Dios vivo, libertador, que nos ama infinita e incondicionalmente. En el mismo latido, nos vamos conociendo a nosotros mismos, descubriéndonos como hijos amados del Padre y hermanos de todos los hombres.
Es el Espíritu, con su acción quien ha ido haciendo posible que nos convirtamos en hombres nuevos, despojándonos del hombre viejo que éramos y revistiéndonos de Cristo, al vivir nuestro bautismo. Y es Él quien, por el camino nos acompaña, nos alienta, nos hace creativos, nos sostiene y consuela, suscitando entre nosotros vocaciones de servicio a la Iglesia y al mundo.
Hemos recibido el carisma vicenciano y es, desde esa espiritualidad, desde donde configuramos nuestra vida comunitaria, siendo los pobres nuestros amos y señores, en palabras de San Vicente de Paúl, y el lugar privilegiado de encuentro con Jesucristo, a quien servimos y amamos.
A través de esta página queremos mostrarnos al mundo y ser un oasis donde te atrevas a beber y que te lleve a creer que, abiertos a la acción del Espíritu, otra vida es posible.
Queremos testimoniar que los carriles de Dios rezuman abundancia, que donde Dios está presente se transforman las personas y las relaciones, manifestándose la riqueza y la sobreabundancia de la Vida.
Queremos también que sea un lugar de encuentro y espacio donde se dinamice y se comparta nuestra vida comunitaria.
Finalmente, queremos que sea un canto de alabanza y acción de gracias al Dios de la Trinidad, una ofrenda agradable para su Gloria.
Paloma Vázquez
Responsable General