El pasado sábado, 9 de junio, los jóvenes y el equipo de catequistas de las comunidades parroquiales vicencianas, junto con algunos padres y madres, pasamos un día de pinos estupendo… Como siempre tratamos de aprovechar el tiempo lo más posible…  

Empezamos orando todos juntos para que el Padre fuera uno más con nosotros  esa mañana. Después se desarrolló una dinámica por grupos en la que tratamos de revisar y valorar todas las actividades que hemos llevado a cabo durante todo el año con el grupo de jóvenes. Además tratamos de que ellos analizaran y aportaran su experiencia  en aquellos aspectos que más le habían llegado al corazón en las distintas catequesis que hemos dado a lo largo del curso.

El evangelio nos hablaba que Dios nos tiende su mano para sacarnos de nuestras limitaciones y tener vida verdadera. Así que después de reflexionar en pequeños grupos, quisimos plasmar de forma gráfica ese acompañamiento y ese deseo que Dios nos siga acompañando y modelando.

Después realizamos una marcha hacia el barranco del quemadero, disfrutamos de una buena vista, cuando regresamos a la base (donde Mónica nos esperaba) jugamos a diferentes cosas, pero este año tuvo un protagonismo especial el voleibol con una pequeña red de ping pong que llevamos a Los Pinos.

Como buenos miembros de las comunidades un factor importante en cualquier convivencia es el compartir la mesa todos juntos.  Las familias que asistieron, los jóvenes y los catequistas pasamos un rato muy agradable de charla, de risas, etcétera.

A las 4 de la tarde dimos por concluída la actividad con un muy buen sabor de boca, y emplazamos a los chavales para volver a vernos el curso que viene. Cerramos la tarde comentando el viaje a Málaga que este año vamos a  realizar entre el 23 y el 29 de julio en colaboración con la Diócesis de Málaga